¨La fotografía, tal y como la conocemos, no es algo verdadero, es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado¨ Arnold Newman.
Tras terminar una relación amorosa de varios años, comencé a tomar estas fotografías. Vivía un momento de soledad y angustia. Sentía que todo alrededor mío estaba en mi contra.
Por casualidades, llegué a conocer un nuevo lugar. Todos los días de sol intenso recorría sus caminos, me sumergía entre las hojas de sus plantas y las ramas de sus árboles. Siempre me encontraba solo con mi cámara y mi trípode.
Al principio me distraía con pensamientos del pasado. Pero de a poco, las escenas que se me iban presentando, me ayudaron a abrir los ojos. Empecé a distinguir las luces y las sombras.
Ese jardín liberó mi alma de esos malos sentimientos. Condensó mis emociones, las cuales quedaron dentro de estas escenas fotográficas. En cada una de las texturas de los distintos blancos, grises y negros.
Con el tiempo, dejó de ser solo un lugar al que fotografiar. Se convirtió en mi refugio, que a través de mi mirada, pasó a transformarse en ¨Mi Jardín¨.